lunes, 26 de septiembre de 2011

minutos antes

Espero tu llegada, desde aproximadamente, faltando quince para las nueve, entro a la ducha imaginando el ruido que golpea y pasa, te sacas primero la remera y luego lentamente te desabrochas el pantalón, corres la cortina y te veo, te encuentro una vez más en el día, una sonrisa familiar que calma mi angustia; pero todo eso me lo imagino mientras el agua tapa mis oídos y me ahogo en el vapor. Salgo de la ducha y ya son las nueve y diez. Secándome el cabello atiendo al ruido del ascensor que se adivina cuatro paredes mas allá, también adivino que la vecina acaba de llegar a su casa, pues adivino que la llaves al chocar con la cerradura están mas lejos de lo habitual, suspiro para dejar salir un "nuevamente no eras vos", mientras se me ocurre escribir esta secuencia y tecla a tecla atiendo si algún sonido extraño indica tu llegada, tu presencia, tu sonrisa.